Los desafíos derivados de la flexibilización laboral, la plataformización y la desregulación de los mercados laborales resaltan la importancia de incorporar la dimensión subjetiva y emocional en el análisis del acceso a derechos vinculados al empleo y las transformaciones socioculturales, especialmente en el contexto migratorio. Aunque las emociones ya han sido consideradas en estudios laborales, como lo demuestran categorías como el "trabajo emocional" de Hochschild (1979) y el "capitalismo emocional" de Illouz (2007), es crucial entender cómo los recientes cambios en la estructura laboral han generado sentimientos de inestabilidad, precariedad e incertidumbre (Zafra, 2021). Esta ponencia examina cómo el trabajo cuentapropista, promovido como un ideal de autonomía, cuestiona aspectos anteriormente protegidos por las normativas laborales, abriendo el debate sobre la relación entre el trabajo y el surgimiento de emociones como la incertidumbre, especialmente, en el marco de la migración. A partir del análisis de la trayectoria laboral de un migrante venezolano en la Ciudad de Buenos Aires, se explora el rol de las emociones asociadas a la inseguridad y la fragilidad en un escenario donde el acceso al empleo formal está en declive.