En este artículo se analiza el impacto que tuvo en la sociedad argentina la apropiación criminal de niños perpetrada por la última dictadura militar (1976-1983). Se parte de considerar que si este hecho criminal pudo ser convertido en un potente acontecimiento político fundamentalmente lo fue por la incesante lucha desplegada por un organismo de derechos humanos, Abuelas de Plaza de Mayo, creado por quienes además de a sus hijos e hijas buscaban a sus nietos secuestrados y desaparecidos. Desde esta perspectiva, se analizan algunas de las estrategias políticas y discursivas a través de las cuales la apropiación de niños fue visibilizada y problematizada en nuestra sociedad, y también cómo tales estrategias contribuyeron a producir un poderoso discurso cuyos efectos se expandieron y ramificaron hacia temas no previstos inicialmente. En tal sentido, se postula que la apropiación criminal de niños puede ser considerada como un "evento crítico" (Das, 1995) en tanto posibilitó redefinir y reorganizar significados y categorías tradicionales, así como conformar una nueva retórica pública. De este modo, se analiza cómo, a partir de la constatación de que muchos de sus nietos/as habían sido sometidos a transitar los tradicionales circuitos institucionales del campo de la minoridad, el activismo desplegado por Abuelas contribuyó a cuestionar muchas de las prácticas sociales e institucionales comunes en relación con los niños pobres. Por último, se examinan algunas de las tensiones que la propagación de este discurso, y de la categoría apropiación, ha generado; y se reflexiona respecto de los riesgos que la cristalización de algunas de sus categorías conlleva, en tanto a partir de ello puede restringirse y despolitizarse su potencial crítico.