En el presente trabajo de investigación nos propusimos, en términos amplios, conocer las prácticas psicológicas profesionales desarrolladas en Córdoba para personas víctimas del Terrorismo de Estado. Durante este período se suscitó un campo inédito en las prácticas de Salud Mental y en el tratamiento de temáticas nunca antes vistas. En un recorte más específico, nos planteamos realizar una primera aproximación que recupere la tarea realizada por distintos profesionales del equipo de Salud Mental en la experiencia del Taller Julio Cortázar en Córdoba. La singularidad de esta experiencia obligó también la construcción de una práctica hasta ese momento inédita en el campo de la Psicología. El Taller Cortázar fue creado en 1983, por un grupo de militantes de DDHH. Comenzó a funcionar como un espacio de encuentro para lxs niñxs y adolescentes que fueron víctimas del Terrorismo. Durante la investigación se observó que las psicólogas en el Taller intervinieron desde un lugar que podría denominarse de acompañantes, adoptando un rol de permanente redefinición y construcción. Por otro lado pudo advertirse, que el encuentro en el Taller Cortázar permitió que por primera vez estos niñxs y jóvenes compartieran una situación común: “ser hijos de desaparecidos”. El significado y trascendencia de este espacio, antecedente de H.I.J.O.S., todavía puede ser pensado en sus consecuencias e importancia, no sólo a nivel individual de quienes participaron, sino además por su trascendencia social, política e histórica en el contexto nacional. Se realizó un estudio de caso tomando al Taller Cortázar como unidad de análisis. La información fue recolectada mediante diversos métodos: entrevistas semi-estructuradas a profesionales psicólogxs participantes del Taller; notas periodísticas y radiales realizadas a talleristas e hijos participantes.