Se presenta el desarrollo y resultados de una experiencia académica que buscaba analizar las proyecciones de las vivencias estudiantiles en su proceso educativo, en sus posteriores configuraciones subjetivas sobre las prácticas morales desarrolladas en las comunidades jurídicas profesionales. Para ello, se utiliza la unidad de análisis de vivencia y la categoría de configuraciones subjetivas, ambas provenientes de la psicología histórico-cultural, para dar a conocer las construcciones de los estudiantes y las inferencias que se logran desprender de las diversas experiencias. Los resultados destacan que las vivencias sobre relaciones docente-estudiante y estudiante-estudiante durante el proceso educativo, marcadas por la asimetría y la superioridad de unos sobre otros, definen prácticas morales de la abogacía en la misma lógica relacional.