A partir de los modelos interactivos de comprensión lectora, e analiza la situación de lectura de los universitarios de los primeros años en carreras de ciencias sociales. Estos modelos muestran que la comprensión surge de un conjunto de transacciones entre texto y lector, en las que el lector precisa aportar al texto sus conocimientos y estrategias para lograr recabar lo que el escrito puede ofrecerle. En contraste con lo que plantean estos modelos cognitivos, los universitarios -especialmente en los primeros años- leen sin un objetivo propio, dado que se les da para leer, y pueden aportar escasos conocimientos previos sobre lo que leen precisamente porque están iniciándose en cierto campo disciplinar. Por esta razón, se vuelve necesario que las cátedras acompañen y guíen la lectura de bibliografía. El artículo analiza situaciones didácticas en el aula universitaria donde estos principios fueron puestos a funcionar y finaliza examinando las razones que caben para que los docentes de todas las asignaturas se ocupen de ello mismo.