Este estudio exploratorio analiza cómo se incluye la lectura en la formación de docentes para el nivel medio. En el marco de una tesis doctoral en curso, se realizaron entrevistas en profundidad a dos profesores que dictan Geografía e Historia en instituciones de formación docente no universitaria. Se observó una clase y se entrevistó a dos alumnos por materia. Los entrevistados informan maneras contrastantes de hacer lugar a la lectura, que repercuten en cómo se utilizan las notas que los alumnos toman en clase. A partir de estas diferencias, modelizamos escenarios polares de enseñanza y aprendizaje. En el primer caso, no se incluye como un objetivo propio de la materia el trabajo con la lectura de bibliografía, que aparece como opcional para los estudiantes y se realiza escasamente. Según manifiestan los alumnos, el material que privilegian para estudiar son los apuntes que registran lo dicho por el docente en clase. En el segundo caso, ayudar a leer textos disciplinares es un objetivo propio de la enseñanza, las clases se utilizan para discutir y construir significados sobre lo leído y los alumnos refieren utilizar sus apuntes para resignificar y jerarquizar la lectura. A pesar de las limitaciones de este estudio en virtud de su muestra reducida, consideramos que los datos obtenidos permiten modelizar dos escenarios, útiles para pensar la enseñanza: un escenario monológico, en el que prevalece la voz del docente y en el que enseñar y aprender se caracterizan como transmisión y recepción de información frente a otro en el que la enseñanza y el aprendizaje se realizan a partir de la interacción dialógica de distintas voces, que al contextualizarse recíprocamente, propician no sólo aprendizajes más profundos, sino el acceso a los modos de decir, comprender y escribir en las disciplinas que los futuros docentes habrán de enseñar.