El género es una construcción simbólica que integra los atributos asignados a las personas según su sexo, «es una categoría relacional que busca explicar una construcción de un tipo de diferencia entre los seres humanos [...]» (Fernández Rius, 2003: 190). Durante la socialización del género se construye una identidad femenina y masculina que implica valores y roles dicotomizados, que tienden a perpetuar las diferencias existentes entre hombres y mujeres, poniendo en muchas ocasiones, desde la herencia patriarcal, a la mujer en posición de desventaja y al hombre en posición privilegiada. Sin embargo estos posicionamientos se encuentran signados por un mandato que avala la vulneración de derechos hacia hombres y mujeres, signados por una violencia naturalizada e invisible. La violencia es el resultado de la combinación de múltiples factores, más que de alguno operando individualmente, por lo que la elaboración de perfiles acerca de la víctima y el agresor parecerían entonces poco adecuados por ser estigmatizantes (Neiding y Friedman, 1988). Por ello se torna necesario llegar a «una resignificación de lo que hasta hoy se ha estado entendiendo por hombre-mujer,masculino-femenino, privado-público, maternidad-paternidad» (Ferrer Lozano, María L. González Ibarra; 2008). Estas categorías se explorarán en la problemática del maltrato a la niñez y adolescencia a través las dinámicas relacionales surgidas a partir de la posición del hombre y la mujer en la familia como matriz social (Quiroga, 2003). El propósito de este trabajo es: explorar los conceptos teóricos que nos permiten pensar en las perspectiva de género y su incidencia en el Maltrato a la Niñez y Adolescencia.