En esta ponencia me propongo analizar y reflexionar sobre las constelaciones de la producción científica-bioética en la Argentina y los procesos de secularización y laicidad como un ámbito de disputa, reconfiguración y transformación. En paralelo con diversos desarrollos en el campo de la filosofía, la medicina y el derecho, en el contexto del Vaticano surge una corriente de bioética impulsada por teólogos y miembros de la jerarquía católica. Esta se establece en el marco de la Pontificia Academia para la vida fundada en 1994, con el objetivo de monitorear los avances de la Biomedicina. Esta corriente insta a los profesionales católicos laicos a participar en espacios biomédicos y científicos desde su fe. En este sentido clérigos, laicos y teólogos tienen actualmente a su cargo maestrías, doctorados y cátedras en diversas instituciones educativas, y publicaciones y una gran industria editorial relacionadas con la bioética. Teniendo en cuenta las temáticas relacionadas a la bioética (inicio, reproducción y fin de la vida), las implicancias para las mujeres son considerables ya que los agentes religiosos utilizan a la bioética como un paraguas científico que les permite asesorar a legisladores y funcionarios en materia de políticas de salud. El uso de esta disciplina les permite, por ejemplo, participar debates públicos para influir en leyes, programas de políticas de salud sexual y reproductiva, jurisprudencia y, por ejemplo, impedir entre otras cosas, el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres en los hospitales públicos.