Las Personas Travestis, Transexuales y Transgéneros, durante décadas solo fueron destinatarias de las políticas represivas del Estado Nacional y de las provincias argentinas, viendo menoscabados todos sus derechos humanos. La Provincia de Misiones no fue la excepción, implementando solamente la persecución y detención de las Personas Trans en los ámbitos donde ejercían sus relaciones interpersonales empeorando notoriamente sus condiciones de vida. Sin dudas, la sanción de la Ley 26743 fue un hito importante, puesto que, recién en el año 2012 se reconocía derechos -al menos en la letra de la ley- a las Personas Trans, dejando atrás la lógica criminalizadora y patologizante. La novel normativa reconoció el derecho a la Identidad de Género de las personas, facultándolas a rectificar sus datos en sus documentos acorde a ella y consagró el derecho a libre desarrollo personal. Si bien la implementación para la rectificación de datos en el DNI y otros documentos fue ágil, lo referente al ejercicio del derecho al libre desarrollo personal encontró numerosos obstáculos, como la falta de recurso y de diseño de políticas públicas sostenidas en el tiempo. Fue así que la Provincia de Misiones en el periodo 2013-2015 a través del Departamento de Diversidad e Identidad del Ministerio de Derechos Humanos –única área gubernamental dedicada a promover los Derechos Humanos de las disidencias sexuales en ese entonces- en alianza estratégica con la Asociación LGBT Misiones, logró diseñar políticas públicas para promover el acceso universal a la salud integral de las personas trans.