La masculinidad es una identidad que, entre otros factores, está regulada por la tensión heterosexualidad-homosexualidad. La heteronormatividad conforma el marco regulatorio en que se basan, en gran medida, las luchas de poder intra-género. Gracias a esta dinámica se definen los posicionamientos y el estatus masculino que impregna los procesos de constitución subjetiva de los varones. En el marco de una investigación de maestría que aborda las experiencias de construcción de masculinidades, analizo aquellas en torno a la cuestión homosexual que tienen seis alumnos hetero cis de 15 y 16 años de dos escuelas secundarias del partido de La Matanza. Ya sea a partir de las tensiones existentes del binomio homosociabilidad-homosexualidad, en la definición de su orientación sexual o con encuentros sexuales con otros varones, los jóvenes negocian y renegocian tanto sus prácticas como sus identidades. Dar cuenta de los acuerdos que formulan y los modos en qué lo hacen permite vislumbrar los alcances de las trayectorias disidentes en la lucha de poderes por la hegemonía masculina.