En nuestro país, como sistema remunerado de formación de posgrado en salud, el Sistema de Residencias lleva más de 7 décadas de existencia, con los vaivenes coyunturales que significa su persistencia ante los más diversos contextos. La experiencia de las residencias es única, dado que implican la actualización y transformación de los conocimientos en las prácticas diarias de cada profesional de la salud. En esas prácticas, lxs residentes se configuran como actorxs del sistema de salud, que operan y pueden transformar realidades. En esta formación, “El ‘dar forma’ invita a pensar los resortes del cambio entre sujetos, saberes e instituciones.” (Circular N°1). Como responsable de las residencias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Dirección General de Docencia, Investigación y Desarrollo Profesional (DGDIyDP) tiene la responsabilidad de definir líneas políticas que se traducen en cambios significativos en la configuración de perfiles profesionales de lxs futurxs especialistas. Esas decisiones interpelan a residentxs que transitan el sistema de salud, formándose en servicio, y que es probable que próximamente queden como trabajadorxs en alguno de los subsistemas del sector. Formar profesionales comprometidxs con la transformación de los servicios de salud, que convoquen a la participación de lxs usuarixs, con una mirada integral de la salud, con perspectivas de género, de derecho e interculturalidad, supone un trabajo de gestión pedagógica constante, y una reflexión desde el enfoque de Educación Permanente. En un complejo contexto donde se intenta imponer un nuevo orden político (como forma de distribución del poder), desactivando políticas (como actividades en el uso del poder para la transformación de la realidad), es más que nunca necesaria la formación de profesionales trabajadorxs de la salud que lean los territorios, interpreten las necesidades, y se constituyan en actorxs fundamentales en los procesos de transformación. Esta doble tarea es parte sustancial del trabajo cotidiano en todas las áreas de la DGDIyDP. Por un lado, intervenir en los procesos formativos de lxs residentes mediante el trabajo interdisciplinario con las coordinaciones de cada especialidad y otrxs trabajadorxs con funciones docentes, tratando de construir perfiles con una mirada amplia e integral de la salud; por otro, que todas las personas que integran las residencias puedan no sólo revisar sus prácticas profesionales en su formación de residencia, sino también en cada una de las sedes, desencadenando procesos instituyentes en las organizaciones. La propuesta a compartir entonces, destaca el potencial formativo de los espacios de trabajo que supone la formación en servicio, considerando que la Educación Permanente nos insta a pensar en el intersticio entre las experiencias y saberes de lxs sujetos que transitan las instituciones del campo de la salud, y cómo las residencias pueden leer los territorios, a la vez que configurarse en un territorio propio.