A lo largo del tiempo, los discursos que tematizan sobre el objeto de la educación inclusiva han incorporado muchos elementos de los estudios acerca del “otro” y los otros (Skliar, 2002; Pincheira Muñoz 2021 entre otros) . Pareciera que es un punto de partida ineludible para comprender las resistencias, persistencias e insistencias sobre modelos educativos que no resultan fértiles para hacer posibles prácticas educativas promovidas por la expansión de ciertos derechos. De este modo y en este desencuentro, se viven y se presentan las prácticas en tensión, percibidas a veces como “mandatos”. Sobre ese asunto, derivado de la relación entre la educación inclusiva y la educación especial, no nos adentraremos en este trabajo; pero sí acudiremos a la idea de “otros” para conversar sobre la creación de “otras” figuras -docentes, profesionales, acompañantes- que participan en las prácticas – podríamos decir, requeridas- de educación inclusiva. Ubicamos la preocupación en las prácticas en tanto un “hacer” sobre la educación inclusiva sustentado en un pensamiento crítico, decolonial, a la vez que ligado al derecho que resulta urgente. En este sentido las prácticas necesitan desmenuzarse: requeridas, posibles y también urgentes. Esta ultimas abordadas en otros trabajos como aquellas que provienen del “saber sensible” situado y plausible de generar objetos de estudio transmisibles desde ellas mismas. Vale decir, es posible construir un saber a partir de las prácticas urgentes surgidas del des-conocimiento del campo de acción de la educación inclusiva que inauguran novedad. Con el objetivo de problematizar un supuesto avanzaremos en conceptualizaciones: "aquellos sujetos que han sido históricamente estudiantes en el área de educación especial y que hoy se encuentran matriculados en las escuelas de nivel deberían contar con figuras de apoyo que los acompañen" Entendiendo que este encubre allí la confusión y solapamiento del campo de la inclusión y de la educación especial, avanzaremos abordando algunos conceptos presentes en las normativas, retomaremos algunos dispositivos construidos a través de ciertas políticas por las escuelas y, desde el encuadre teórico que nos brinda la teoría socio -histórica, avanzaremos hacia la idea de “sistemas de acompañamiento”. La tensión entre las políticas, discursos y pronunciamientos y las prácticas de educación inclusiva en las aulas e instituciones, es un asunto que resulta necesario ser estudiado en tanto es un aspecto central a la hora de producir las transformaciones necesarias que hagan posible que se “encarne” en las trayectorias de nuestros estudiantes. En este trabajo se busca conceptualizar qué procesos se involucran en dichas prácticas, qué agentes y que intervenciones lo posibilitan. Se describen dos procesos que se consideran centrales en la producción de condiciones para la educación inclusiva: dar la bienvenida y acompañar trayectorias que requieren cierta particularidad. En el segundo proceso de ponen en escena figuras que acompañan, “otros” y “otras” que adoptan modos y modalidades de intervenir diversos. Sobre este asunto se profundizará en el artículo, introduciendo el concepto de “sistemas de acompañamiento” y de invención para dar marco a estas acciones.