La cultura de cine se configura en este largo curso que han trazado las fascinaciones por la imagen y lo audiovisual desde las búsquedas técnico-científicas para su fijación y reproducción entre el siglo XIX. Nombra la experiencia social engendrada por un sensorium urbano y tecno mediático siempre en actualización. La cultura de cine es parte de las culturas de pantalla, categoría que nombra precisamente el mundo resultado del desarrollo del sensorium benjaminiano, esa sociedad mediatizada, que parodiando a Piscitelli, invita a considerar que por fuera de la pantalla no hay nada, en ese sentido las culturas de pantalla serían esa sociedad mediatizada que problematiza De Moraes (2007).