Este trabajo se propone una reflexión en cuanto a los modos en que se favorece el abordaje del estudio de los medios de comunicación en nuestros contextos particulares latinoamericanos. Se trata de pensar los medios, su desarrollo y alcances de manera situada, con sus entramados específicos de articulaciones anteriormente producidas que configuran una coyuntura histórica concreta. Esto es a lo que Hall (2010) denomina contextualismo radical que implica la idea de situacionalidad. Ocurre que gran parte del material teórico con el que hemos y seguimos trabajando se nutre de una dicotomía histórica: la dominación ejercida por un bloque histórico que detenta el “poder político”, constituido por algunas fracciones de clase, que se sostiene mediante (aunque no únicamente) una específica articulación entre cultura y poder por un lado; y los alternativos consensos y resistencias que ofrecen las clases subordinadas. Lo que nos proponemos es contribuir a la posibilidad de renegociar esta mirada dicotómica, teniendo en cuenta que en los contextos nacionales latinoamericanos parecen existir otros actores que cuentan con una importante cuota de poder político aunque –aún- no se expresan mediante un discurso mediático hegemónico. En este sentido, los avances para establecer una democratización en los discursos han tenido diferentes herramientas. Paulatinamente se evidencia un cambio que radicaliza las pertenencias ideológicas de medios, conglomerados mediáticos y grandes grupos heterogéneos de ciudadanos. Es a partir de esta afirmación que el análisis de los medios, especialmente los masivos, resulta imprescindible para deshilvanar ese vínculo que siempre es contingente entre cultura y poder. Lo que nos proponemos aquí es producir una reflexión sobre algunos conceptos teóricos y su utilidad a la hora del análisis de contextos particulares con el fin de comprender el devenir social, las transformaciones culturales, en fin los alcances del/los poder/es en nuestras sociedades actuales. Para ello recorreremos propuestas de pensadores de diferentes disciplinas, sin perder de vista que son los medios los que proveen realidades nuevas o las modifican orientando conductas “socialmente aceptables” y por ello tienen un protagonismo especial a la hora de conformar las configuraciones sociales.