ABSTRACT Este trabajo propone una revisión de la escritura académica -específicamente de la etnografía- a fin de rastrear las herramientas y modalidades que permitan tensionar sus formas de control y jerarquización. En tal sentido, apela a una relación con la palabra escrita que vaya más allá de sus instancias de regulación y promueva sus potencialidades creativas y de emancipación. La propuesta parte de la noción de violencia (sus alcances, distintas manifestaciones y fundamentos racionales), en articulación con la narrativa de ficción; desde lo conceptual pero también desde su misma hechura. Para ello, el trabajo se centrará en el análisis de dos textos de José Garriga Zucal (“Josesito… te van a cagar a piñas”, Miedo y sentido común en el trabajo de campo”, 2012; y Del “correctivo” al “aguante”. Análisis comparativo de las acciones violentas de policías y barras bravas. 2016) y uno de Gustavo Blázquez (De cómo no infamar. En (in)displicinar. Investigación: archivo, trabajo de campo y escritura. 2016). Textos, sobre todo el tercero, que permiten reflexionar no sólo sobre los quehaceres propios del trabajo de campo, sino también sobre las responsabilidades del ejercicio de la escritura. La intención final de este recorrido no será dar cuenta de los procedimientos específicos de la ficción y la etnografía, sino de articular los horizontes de expectativa de ambas dimensiones textuales a fin de componer algunos cruces tentativos. Ante todo con el objetivo de pensar las potenciales virtudes -pero también los resortes regulatorios (bajo ciertos aspectos que, de manera inicial, ordenaré desde el concepto de violencia)- de la escritura etnográfica, en tanto compone un registro comunicacional y académico que busca reponer una experiencia vital de difícil transmisión y construcción a partir de la palabra escrita. Palabras claves: escritura, etnografía, ficción, narración, violencia.