La implementación de nuevos entornos informáticos en la Administración Pública Provincial de Santiago del Estero requieren de un cambio importante en la manera de concebir todo el andamiaje de las instituciones públicas, planteando nuevos desafíos, desde las funciones y responsabilidades de cada uno de sus actores, como en las competencias en sí que cada organismo tiene. Como punto de partida, la necesidad de abordar las especificidades de cada uno de ellos, y trabajar para la trasformación y la modernización de sus gestiones, implica un trabajo específico y situacional en el que los comunicadores especialistas en planificación se convierten en protagonistas, articulando y vinculando la multidimensionalidad de tal cambio, en la cual los contextos y escenarios complejos que se plantean, exigen enfoques que pongan a la luz la posibilidad de repensar la comunicación institucional, desde el abordaje de profesionales preparados para tales desafíos. Si tomamos en cuenta, que las comunicaciones son fundamentales en el proceso de desarrollo, consolidación y madurez de los organismos, el poder trabajar desde una propuesta académica que prepare y capacite formalmente para una comunicación estratégica que se sitúe en los escenarios públicos puede ser un aporte a la construcción de profesionales desde la misma Administración Pública Provincial. Una de las constantes en las que se representan los modelos y racionalidades dominantes en la gestión pública provincial, es de pensar las comunicaciones como una herramienta que se tiene al alcance pero que no queda determinada claramente, y cae en la polisemia de quien la interpreta. Por el contrario, revalidar su lugar dentro de todas las relaciones de poder y de la política misma, implica hablarle, pensarla y practicarla desde un reconocimiento de la diversidad que esto significa. Un desafío que vale la pena postular, es el permitir a la “Comunicación” entrar en espacios de debate y de construcción, formular acciones que trabajen para que su práctica y su ejecución se lean y se aborden desde una incumbencia profesional y desde el conocimiento y responsabilidad que implica tomar a las comunicaciones en la magnitud que abarcan tanto acciones mínimas, personales y al mismo tiempo colectivas y multisectoriales, siendo capaces en su interacción e interpretación, de transformar toda una realidad. Los procesos comunicacionales son atravesados y se originan en la misma diversidad social en la que se constituyen, negociando y revalidando representaciones simbólicas, lenguajes y sentidos distintos, interpretaciones y ejercicios de poder, autoridad, legitimidad, prácticas y usos naturalizadas como tipos distintos de lectura de los lenguajes entendidos desde una concepción burocrática de la administración pública. Es desde acá, en donde la implementación de nuevas herramientas tecnológicas marcan un hacer distinto, rompiendo una cultura organizacional que daba el sustento y razón de ser a la administración pública. En este salto de abismos, los comunicadores orientados a la planificación, podemos encarar análisis situacionales que tomen en cuenta a todos esos “otros” que intervienen, con sus subjetividades y con su explicaciones, para poder comprender sus asimetrías y de alguna manera, ir de-construyendo el cambio de la nueva administración pública.