En el despliegue de lo dicho sobre la tecnología en la educación, se ensamblan y se amalgaman prácticas discursivas nuevas con las ya existentes. Su estudio, necesita una compleja trama que articule la dimensión discursiva, histórica y educativa, pero además la tecnológica. En esta ponencia se recuperan los aportes de la arqueología de Michel Foucault para el estudio del saber sobre las tecnologías en el campo de la educación y se realiza una exploración de las derivaciones de este enfoque en el campo de los medios. La arqueología como enfoque de estudio en el dominio de la educación ha sido uno de las derivaciones o usos del pensamiento de Foucault (Foucault, 2002) que se ha ocupado de la pregunta acerca del saber en el campo de la educación (Dussel, 2016). Esta pregunta ha sido principalmente histórica y discursiva, y se ha centrado en pensar las condiciones de posibilidad del saber en tanto un modo se superar las concepciones deterministas de la historia de la educación que centraron su atención en la cronología de los hechos educativos (Martinez Boom, 1990). Sus aportes han sido recuperados en el análisis de la historia de la pedagogía, en especial para el estudio de los discursos que se configuran, desarrollan y reforman (Ball, 2001; Dussel, 2016; Zuluaga, 2005). Entre las derivaciones de la arqueología para el estudio de lo dicho sobre la tecnología se encuentra la arqueología de los medios. La arqueología de los medios puede ser un sostén teórico importante como perspectiva conceptual en el campo de la educación, ya que se ocupa de estudiar los medios analógicos como el cine y la televisión, y otras tecnologías que producen inscripciones de la cultura, tales como la imprenta, el papel, las máquinas de escribir y las tecnologías sonoras, incluso las tecnologías digitales (Dussel, Flor, & Reyes, 2018). La arqueología de los medios “hurga” en los textos, archivos visuales y auditivos, así como colecciones de artefactos, enfatizando tanto las manifestaciones discursivas como las materiales de la cultura mediática (Huhtamo & Parikka, 2011). Y, propone un enfoque epistemológicamente alternativo a la supremacía de las narrativas históricas de los medios. Se encuentra cercano tanto a las disciplinas que analizan la cultura material (hardware) como a la noción foucaultiana del “archivo”, entendido como el conjunto de reglas que gobiernan aquello que puede expresarse de manera verbal, audiovisual o alfanuméricamente. En este sentido, la arqueología de los medios es a la vez un método y una estética que práctica la crítica de los medios (Ernst, 2011). El problema arqueológico en el campo de la educación posibilita preguntas acerca de qué saberes y cómo circularon. Pero, también plantea un desafío metodológico sobre cómo hacerlo. La actualidad metodológica de la perspectiva foucaultiana y sus derivaciones pueden ser un método creativo para estudiar lo dicho, en tanto saber, sobre la tecnología en la educación.