Investigar es una práctica social, en tanto tal, supone un conjunto de condiciones para su posibilidad, las mínimas: infraestructura, sujetxs y curiosidad. También implica llevar adelante un conjunto de procesos: diseñar un plan de trabajo, llevarlo adelante y comunicar sus resultados; en suma un saber-hacer. Investigar desde y para la docencia en ejercicio supone en esa línea, un conjunto de desafíos qué preguntas, qué sujetxs y en qué condiciones se puede llevar adelante tamaña tarea. Las últimas reformas curriculares de la formación docente promovieron, desde la formación inicial, el acercamiento a la práctica investigativa sin embargo la inclusión del contenido hacia el final de la carrera, no garantiza que el acto de investigar permee la práctica cotidiana y menos aún, sin condiciones de base. Si bien acordamos con el principio curricular, es necesario generar condiciones de formación para propiciar un aprendizaje que favorezca en el futuro desarrollar esa práctica en los ámbitos educativos, ya que en particular cuando hablamos de investigar desde la práctica docente, hablamos de una práctica no instituida a diferencia de como ocurre en otros ámbitos de producción (ya sea en las Universidades u otros organismos y agencias de producción científica). Partiendo de una desigualdad de origen, al no tener el mismo nivel de posibilidades de producción en las instituciones educativas de los distintos niveles y modalidades del sistema, investigar la propia práctica en ese contexto implicaría un desafío imposible. Desde el 2018 en el marco de la licenciatura en Gestión Educativa, ciclo de complementación curricular de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego AIAS, intentamos desafiar algunos de esos condicionamientos a partir de la elaboración de un trayecto de formación en investigación educativa secuenciado en tres asignaturas, con formato taller y una fuerte impronta performática en su desarrollo. En esta ocasión, nos proponemos presentar algunas reflexiones respecto al desarrollo de este trayecto -mientras inicia su quinta edición- a propósito de los objetivos planteados respecto a la enseñanza de la metodología de la investigación e intervención educativas en tanto prácticas que involucran un proceso de transformación de una identidad profesional que supone una relación estructurante con el conocimiento. La propuesta de enseñanza diseñada aborda contenidos específicos respecto al saber metodológico que entran en diálogo con situaciones propias del saber-hacer investigativo y en articulación con la elaboración del trabajo final de la carrera. En ese sentido el trayecto trata de ofrecer una superación respecto a la enseñanza tradicional que separa el contenido teórico de la práctica. Así se pretende que a lo largo del trayecto lxs estudiantes puedan iniciarse en la práctica de producción de conocimiento a partir de diseñar un proyecto, llevarlo adelante y comunicar sus resultados. Para esto no sólo se abordan contenidos teóricos, fundamentalmente se trabajan procesos de lectura y escritura propios de los ámbitos académicos donde se ponen en circulación los saberes en tanto oficio. En esta comunicación, nos interesa poner en diálogo algunas características y tensiones que se ponen en juego en la implementación de la propuesta de enseñanza.