En Argentina, la docencia es una actividad predominantemente femenina: ocho de cada diez docentes son mujeres. Según la DINIECE (2004), la mayor presencia femenina se encuentra en el Nivel Inicial (94%) y la menor participación en el Secundario (70%). Este trabajo presenta avances acerca de un estudio focalizado en la formación docente para el nivel inicial porque este ha sido uno de los niveles educativos en que se visualizó con mayor intensidad la división sexual del trabajo. Según la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación (SPU, 2017), en esta carrera de la UNLPam, el 98.51% del estudiantado son mujeres, mientras, el 1.49% son varones. Situación que tal como evidencian las estadísticas no se ha logrado revertir, incluso se ha incrementado. Actualmente, según cifras del año 2021, de la UNLPam, el estudiantado está conformado por 99,27% de mujeres, y 0,73 % de varones. No obstante, es importante destacar que de la cantidad de estudiantes hombres inscriptos en la carrera durante los últimos años ninguno ha culminado sus estudios. En este contexto, se aborda como problema de investigación las representaciones sociales acerca de la carrera que tiene el estudiantado que elige el profesorado en educación inicial, en la Facultad de Ciencias Humanas [FCH], de la UNLPam, en la actualidad. Como sostiene Harf (2009) metáforas, mandatos, supuestos o representaciones no faltan. No forman parte solamente del pasado sino también del presente cotidiano. La imagen de las mujeres en el orden de las representaciones, responde a un patrón creado por la sociedad el cual controla la producción simbólica, y construye estereotipos, los cuales imprimen en ellas adjudicaciones sociales y culturales que pautan y norman sus conductas. La presentación del trabajo se organiza en tres momentos. El primero, expone los avances en la construcción de una problemática que vincula formación docente, educación inicial y género en la universidad. El segundo, propone un encuadre conceptual y antecedentes que contribuyen a la configuración del enfoque teórico del objeto de estudio en construcción. El tercero, y último, nos acerca al enfoque metodológico que se espera consolidar durante el proceso de investigación. De este modo, es posible pensar una investigación cualitativa desde un estudio de género, en el cual se reconozca la feminización del nivel inicial. En este sentido, se espera contribuir a la comprensión sobre algunas de las representaciones sociales que forman parte de las prácticas cotidianas universitarias. Indagar acerca de esto, posibilita conocer el modo de construcción del conocimiento del estudiantado sobre el entorno y cómo impacta en sus comportamientos y actitudes en la vida diaria. Desde la perspectiva de género, se trata de reconocer la feminización del nivel inicial e investigar y entender cómo las diferencias y semejanzas relacionadas con la sexualidad física son comprendidas, discutidas, organizadas, y practicadas por la sociedad. La categoría teórica género favorece el cuestionamiento acerca de situaciones que se presentan como “únicas y verdaderas”, naturalizando desigualdades entre varones y mujeres que conllevan decisiones impregnadas por el determinismo biológico.