Fundamentación Avances desarrollados en el marco del Programa al docente-investigador de la UNLP han permitido  iniciar estudios acerca de la formación de conceptos en el área del sonido a través de un instrumento especialmente diseñado para dicho fin y denominado Test de Atributos del Sonido (TAS) (Furnó, 2003). Los resultados obtenidos permitieron advertir una alta dificultad en procesos de abstracción de atributos característicos del sonido musical,  observada en la generalización de rasgos que permitan efectuar clasificaciones consistentes así como en la descripción de las particularidades que los caracterizan.  El importante índice de error obtenido en la resolución del TAS por adolescentes de 13 años de edad promedio, con y sin formación musical sugirió la posibilidad de indagar en qué medida las habilidades puestas en juego para resolver este problema serían propias del campo del sonido o estarían presentes en otras áreas del pensamiento. Los resultados obtenidos en la muestra de 13 años mostraron una leve tendencia en la resolución del test en favor de sujetos provenientes de una institución especializada en artes.  Similares resultados fueron obtenidos en estudios desarrollados por docentes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP) en la aplicación de un test con figuras geométricas denominado Test de Matrices Progresivas (TMP) (Raven, 1938). Ambos test parecerían compartir ciertas capacidades vinculadas a la tarea interna que realiza el sujeto para llevar a cabo la resolución: ·         abstraer rasgos del objeto de estudio; ·         extraer similitudes y diferencias entre pares de sonidos o figuras ·         abstraer rasgos comunes a un grupo ·         identificar principios que vinculen esos rasgos Asimismo,  ambos test se centran en la  resolución de  un problema: en el TAS es auditivo y en el TMP es visual.  Para resolverlo los sujetos deben formular una hipótesis y ponerla a prueba para luego aceptarla o rechazarla.  La similitud en los procesos involucrados para llevar a cabo la resolución en ambos test sugirió la posibilidad de cotejar las respuestas alcanzadas por los mismos sujetos en ambas pruebas. Objetivos Este estudio  propone: - establecer una correlación entre los desempeños obtenidos en la resolución del Test de Atributos del Sonido (TAS) y el Test de Matrices Progresivas (TMP) en una muestra de jóvenes de 17 años de edad promedio; - indagar en qué medida la inteligencia general podría incidir en la formación  de conceptos relativos al sonido musical; Metodología: Se administraron ambas pruebas (TAS y TMP) a una muestra de jóvenes de 17 años edad (n=64) Se tomaron como criterios de selección la institución educativa de procedencia (el 50% de los sujetos proviene de una institución con orientación en arte perteneciente a la UNLP, mientras que el otro 50% proviene de escuelas estatales y privadas ubicadas en la ciudad de La Plata y su zona de influencia); la eventual formación musical (el 50 % de los sujetos poseen estudios musicales sistemáticos, por un período no menor a dos años, mientras que el resto no posee estudios específicos); el sexo (50% mujeres y 50% varones). Resultados Se analizaron comparativamente los datos obtenidos en ambos test mediante pruebas de correlación. Los estudios mostraron correlaciones nulas (o inexistentes) entre todas las variables involucradas. Discusión El TMP está basado en las leyes neogenéticas y en la teoría ecléctica de los dos factores desarrolladas por Spearman para explicar el funcionamiento de la inteligencia. De acuerdo a esta teoría la inteligencia se compone de dos factores: un factor general (G), constante en todas las habilidades de un mismo individuo, y un factor específico (E) propio de cada actividad y variable de una actividad a otra del mismo individuo. Los datos obtenidos en la muestra de jóvenes de 17 años de edad permitieron advertir una no-correlación entre la resolución de ambos test. Estos resultados permitiría afirmar que la inteligencia general (factor G) no tendría incidencia en la formación de conceptos musicales y que se trataría, por lo tanto, de una habilidad específica (factor E).