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¿Definir al sofista para convertirse en hábiles dialécticos? División y dialéctica en los diálogos Sofista y Político
Álvarez, Lucas Manuel.
I Jornadas Nacionales de Filosofía del Departamento de Filosofía de la FFyL-UBA. Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2014.
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Resumen
En los diálogos Sofista y Político, los procedimientos de reunión y división cobran un protagonismo insoslayable. En efecto, buena parte de sus páginas se abocan al intento de definir, por medio de ellos, a la figura del sofista y a la del político respectivamente. Ahora bien, en el diálogo Político, reflexionando sobre las razones por las que se ha emprendido la búsqueda de la figura homónima, el Extranjero de Elea pregunta si “¿es por el político mismo por lo que nos la hemos propuesto o, más bien, para hacernos más hábiles dialécticos en todo tipo de cuestiones?” (Pol. 285d4-6), a lo que su interlocutor, el Joven Sócrates, responde que lo han hecho por la segunda alternativa, i.e. para convertirse en mejores dialécticos (Pol. 285d7). Es posible suponer que, en esas líneas, los interlocutores de Político no solo jerarquizan los objetivos de la discusión, sino que además dejan entrever ciertas sospechas sobre las bondades del procedimiento divisorio. Por lo tanto, con el objeto de corroborar esas suposiciones, extrapolaremos la pregunta del Extranjero al diálogo Sofista, obra que mantiene evidentes conexiones y similitudes estructurales con Político. En aquella obra, el mismo Extranjero y Teeteto se ocupan de caracterizar al sofista mediante el procedimiento de división dicotómica, pero ese proceso es interrumpido bruscamente dando lugar a la presentación y ejecución del método dialéctico. En tal sentido, nuestra primera intención será observar en qué medida la definición del sofista representa (al igual que podría hacerlo la del político en el diálogo del mismo nombre) un objetivo secundario de la discusión supeditado a otro principal que se explicitaría en el prólogo. Y, en segundo lugar, buscaremos echar luz sobre la significación del procedimiento de la división y su relación con el método dialéctico. En particular, procuraremos distinguir el uso que se hace de uno y otra teniendo en cuenta sus objetos. Hablamos, claro está, de las figuras del sofista y el político, por un lado, y de los ‘géneros mayores’ (mégista géne), por el otro. Asimismo, a partir de esa distinción, intentaremos leer el pasaje de Sofista donde el Extranjero pregunta si no le corresponde a la dialéctica el “‘dividir por géneros’ (katà géne diaíresis) y no considerar que una misma Forma es diferente, ni que una diferente es la misma” (Sof. 253d1-3) no como una descripción de la división, sino más bien como la presentación de la dialéctica que se sirve de ciertas herramientas brindadas por dicha división. En este cuadro de relaciones, si esta última no parece capaz de construir verdadero conocimiento, la dialéctica, por su parte, se erige en el único método apto para alcanzar el conocimiento propiamente dicho, aquel que tiene como resultado un mapa del ámbito eidético. En suma, intentaremos demostrar que la definición del sofista llevada a cabo por medio de la división dicotómica representa un mero ejercicio propedéutico que realiza el filósofo en aras de prepararse para ejecutar el verdadero método que lo hace ser quien es: la dialéctica. De hecho, en el corazón mismo del diálogo, el propio Extranjero afirma que “es en este lugar [i.e. en el de la dialéctica] donde, tanto ahora como más adelante, encontraremos al filósofo – si lo buscamos –” (Sof. 253e).
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