En este trabajo se utiliza el método clásico de descomposición de Blinder-Oaxaca, y la descomposición de la distribución por cuantiles propuesto por Melly para estimar y analizar la brecha de ingresos familiares totales entre los hogares nativos y migrantes-mixtos que residen en Argentina. El estudio de los migrantes estuvo limitado a aquellos procedentes de países limítrofes y otros de la región como Perú y Venezuela, denominados migrantes regionales. La fuente de datos secundaria utilizada fue la EPH relevada por el INDEC, para el período comprendido entre el segundo trimestre de 2016 y el segundo trimestre de 2021. La muestra, conformada por 41095 hogares, permitió detectar la existencia de una brecha promedio significativa a favor de los hogares nativos y su descomposición indicó que parte de esta diferencia no puede ser explicada por las características de los hogares (variables sociodemográficas y ocupacionales del jefe de hogar y su cónyuge, así como estrategias de manutención de los hogares y región de pertenencia), lo que incluye el efecto de la discriminación. También pudo determinarse que los hogares nativos tienen ingresos más altos en relación a sus contrapartes migrantes-mixtos en todos los cuantiles de la distribución, pero fundamentalmente en los más bajos. En estos cuantiles inferiores los hogares no nativos se caracterizan por contar con jefes de hogar de más de 60 años y, por lo tanto, inactivos, predominantemente mujeres y con un nivel educativo menor que los jefes de los hogares nativos. La descomposición de la brecha de ingreso familiar indica no solo una menor dotación de recursos por parte de los hogares migrantes-mixtos sino también un menor aprovechamiento de los mismos y la existencia de factores de contexto, no incluidos en el modelo, que incrementan la brecha a favor de los nativos.