El sistema financiero está regido por la política monetaria estatal. El accionar público del crédito impulsa con una visión estratégica, la promoción de políticas sostenibles de largo plazo. El rol esencial de las finanzas es movilizar recursos, desde aquel que tiene excedentes, a aquel que no lo tiene y lo necesita. La Ley de Entidades Financieras, fue sancionada el 14 de febrero de 1977, en contexto de un proceso de dictadura militar, impulsada por el Ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz. Dicha ley regula y sanciona el funcionamiento del sistema financiero, promoviendo un cambio en el sistema económico y financiero, descentralizando los depósitos y la liberación de las tasas de interés. A más de 4 décadas de aquella promulgación, si bien la ley ha tenido reformas, en sus bases intrínsecas, la legislación se mantiene intacta. En una posición sociopolítica conservadora, se entiende que el sistema financiero, debiera colocar límites a la participación de la banca internacional, ya que, partiendo del esquema básico de intermediación del sistema financiero, ¿cuál sería la explicación lógica de apertura a la captación de ahorro local a empresas de capital transnacional? Los bancos no prestan su propio dinero, los bancos captan y prestan, dinero de terceros. Es preciso alcanzar niveles de inclusión financiera que garanticen el acceso universal, sostenible e integral, a una diversa variedad de productos y servicios financieros, que involucre a todos los integrantes del ecosistema socioeconómico, quienes deben poder satisfacer sus necesidades y progresar en un ambiente intermediado por instrumentos financieros de fácil acceso y uso. El presente artículo surge de una investigación de características exploratorias-descriptivas con el objetivo de determinar la incidencia en los ciudadanos sobre el acceso al sistema financiero, analizando las repercusiones empíricas en la economía argentina.