Elaborar una tesis de posgrado implica un proceso de ?enculturación disciplinar? puesto que, al participar en las prácticas sociales de una determinada comunidad discursiva, los estudiantes aprenden los modos de ser y hacer en sus respectivos campos de conocimiento. Por tanto, las relaciones con las personas que producen y usan escritos académicos se vuelven significativas para los tesistas. A raíz de ello, en este trabajo expandimos la mirada desde los textos hacia las interacciones con otros que influencian el proceso de redacción de las tesis doctorales. Específicamente, exploramos el rol de los lectores prueba. Con este objetivo, analizamos 20 entrevistas en profundidad con doctorandos y recientes doctores en Lingüística y Educación, quienes realizaron sus estudios en universidades públicas y privadas del área metropolitana de Buenos Aires. Complementamos este análisis con el de documentos (en papel y virtuales) respectivos a la estructura curricular y las pautas institucionales de elaboración de tesis. Los resultados muestran que los doctorandos, además de compartir sus textos intermedios con personas pertenecientes a su ámbito académico, también lo hacen con aquellas de su esfera laboral y doméstica. Estos últimos lectores-prueba, quienes no pertenecen a los campos disciplinares sobre los que versan las investigaciones, aportan mediante sus comentarios una mirada ?externa? e interpretaciones posibles de una audiencia no especialista, lo cual propicia revisiones que ayudan a mejorar los textos. Estos aportes enriquecen (aunque no suplen) la retroalimentación ofrecida por integrantes de la comunidad académica. Estos hallazgos aportan información sobre los procesos reales de producción textual de las tesis y abren el camino a repensar iniciativas pedagógicas enfocadas en propiciar un mayor intercambio entre lectores prueba de diferentes ámbitos disciplinares.