En este trabajo nos proponemos describir y analizar las funciones de la Sociedad de Beneficencia relativas a las prácticas de circulación de niños. Las prácticas que han sido denominadas como cesión, entrega o depósito de menores de edad tienen una larga tradición en nuestro país y a lo largo de las épocas se han sucedido distintas formas de institucionalización de niños. Estas prácticas como así también los “desórdenes familiares” se convierten, mediante un largo proceso, en un asunto secular. De esta forma, durante el siglo XIX se asiste a la creación por parte del Estado de distintos organismos e instituciones que, encargados de intervenir en los casos de abandono de niños, mantienen su vigencia hasta las primeras décadas del siglo XX. Entre estos organismos, se encuentra la Sociedad de Beneficencia porteña. Este organismo de “caridad” destinado a brindar asistencia a las capas más pobres de la población tuvo a su cargo distintas instituciones destinadas a albergar a menores de edad. Así durante su trayectoria participó activamente en las prácticas de cesión de menores y delineó mecanismos de intervención sobre la “infancia abandonada”. Aquí nos proponemos describir la organización y funciones de este organismo relativas a la institucionalización de niños, con el fin de identificar los mecanismos de disciplinamiento de las relaciones familiares activados por él. En este sentido, reflexionaremos acerca de la forma en que son activados distintos dispositivos de control, y mediante su ejercicio contribuyen a la construcción del orden social.