La apropiación de niños ocurrida durante la última dictadura militar (1976-1983) en nuestro país revistió determinadas regularidades que han llevado a denunciar la existencia de un plan sistemático de robo y apropiación de niños puesto en marcha a través de múltiples procedimientos ilegales. En este trabajo nos proponemos indagar en los argumentos y procedimientos que se utilizaron, durante el terrorismo de Estado, para llevar a cabo el secuestro y la apropiación de niños, así como la sustitución de su identidad. Nuestro objetivo es analizar estas prácticas desde una perspectiva que intenta explorar la trama de relaciones sociales y los procedimientos jurídicos e institucionales que actuaron como condiciones de posibilidad de estas prácticas criminales. Para ello se describen y analizan dos casos de secuestro de niños ocurridos en la última dictadura militar. Por un lado, a partir de la identificación de los procedimientos y rutinas de distintos organismos estatales que intervinieron sobre la vida de los niños secuestrados, el objetivo es analizar el papel de la trama burocrática estatal en la consecución de las prácticas de apropiación de menores de edad. Por otra parte, consideramos que para comprender cómo sucedieron estas prácticas es necesario indagar también en un previo sistema de creencias y representaciones sociales de larga tradición sobre un determinado sector de la infancia que, de alguna forma, permitió inscribir a aquéllas en el universo de lo socialmente admitido. Nuestro análisis focalizará entonces en las prácticas judiciales, institucionales y sociales que tuvieron por objeto a un determinado sector de la infancia así como en las categorías construidas para definirlo, ya que consideramos que a partir del mismo es posible indagar sobre qué elementos el ejercicio del poder dictatorial y de la violencia se asentó, extendió y ramificó.