La migración japonesa a Argentina es un fenómeno con más de 100 años. A pesar de poder relacionar algunas profesiones directamente con “los japoneses”, como por ejemplo las tintorerías y la floricultura, gran parte de nuestra sociedad no advierte la existencia de esta inmigración a nuestro país, y como consecuencia, tampoco se da un registro de que convivimos con 50 mil sino más personas pertenecientes a dicho colectivo. Consideramos que esta falta de reconocimiento por parte de la sociedad argentina ha tenido relación con una estrategia de invisibilización por parte del colectivo japonés, estrategia, que conjuntamente con un prejuicio positivo les ha permitido desarrollar una colectividad fuerte. Sin embargo, durante los últimos años apreciamos que la visibilidad del colectivo japonés ha aumentado, habiendo participado en desfiles en la Av. de Mayo, manifestando solidaridad con Japón en el Obelisco y realizando Fiestas multitudinarias como el Bon Odori. Nos interesa abordar este cambio de las estrategias de la colectividad japonesa-argentina, al tiempo que nos preguntamos si el mismo se relaciona con el cambio de paradigma: del Crisol de Razas al Pluralismo Cultural.