Asistimos a un escenario donde la pandemia ha modificado sustancialmente la vida del sujeto y las prácticas que llevábamos a cabo se han visto transformadas y resignificadas. La particularidad de esta situación excepcional es que se trata de una pandemia mundial hipermediatizada, donde la producción, circulación y consumo de información acerca del fenómeno ocurre en su totalidad en una sociedad donde esta signada por la convergencia digital y tecnológica. Es infinito el caudal de información que circula y que se consume, visibilizando nuevas circunstancias a nivel mundial y produciendo innumerables sentidos en relación a ciertos tópicos. El humor ha sido un género que ha tomado una cierta preponderancia en este escenario, donde ha permitido, no solo mostrar las distintas situaciones que son vividas por los sujetos, sino que también han venido a informarnos acerca de situaciones conocidas y no conocidas que nos llevan a indagar de que se trata. Así es que dentro de lo humorístico, aparece el meme, entendido como “aquello que es copiado” (Dawkins,1976) y tiene la función de producir y reproducir situaciones que son compartidas por distintos sujetos y colectivos. Desde este lugar, todas las prácticas sociales están siendo atravesadas por el humor risible (Fraticelli, 2020) donde tienen la particularidad de contar con la emergencia de un nuevo sujeto activo, inteligente, productor y consumidor que tiene la capacidad que crear y gestionar memes con una plataforma tecnológica y digital que lo hace posible. El objetivo es indagar y reflexionar sobre como sujetos amateur y profesionales, se han asumido en un lugar protagónico en el escenario de las mediatizaciones. El abordaje se realizará desde categorías y nociones teóricas de la semiótica de las redes y sociosemiótica como lugar de interrogación y análisis de la dimensión significante de las sociedades actuales