El presente trabajo es un avance de tesina audiovisual. La misma se propone abordar las disputas en el seno del emergente fandom lúdico; asumiendolo como la superestructura sobre la que se despliegan los sentidos que intentan hegemonizar un naciente circuito que integra, en términos materiales y simbólicos, la producción, circulación y consumo de estos bienes culturales. Entendemos con Hall (1984) que en toda esfera social se expresa «la lucha de clases en la cultura y por la cultura», nos interesa entonces aproximarnos al particular modo en el que en ámbitos marginales de la cultura de masas, se confrontan imaginarios y miradas que expresan este conflicto social. Jenkins (2015) por su parte nos advierte que los estudios sobre fandoms han desplazado de sus agendas las subalternidades vinculadas a la clase. El ámbito de lo lúdico, sin embargo, nos permite pensar sus tensiones y disputas como un diálogo entre las identidades y posiciones que asumen los cultores del juego, y las condiciones materiales de producción donde se despliega esta actividad. Si como señala Libertad Borda «El fanatismo (...) se ha convertido en un fondo de recursos diversos, disponible para las audiencias, pero también para la industria.» en este campo en particular las cosmovisiones en contienda están también implicadas en la definición de los modelos de proto industria del Juego de Mesa Moderno (de ahora en adelante JMM) para el país, y el tipo de diseño de políticas públicas vinculadas al sector, en su dimensión productiva, pero también cultural o educativa.