El análisis político de la conformación y transformación de las civilizaciones muchas veces quitó atención sobre la dimensión psíquica de los fenómenos jurídicos y políticos. Generalmente, la pregunta por la implicancia de la psiquis en esos casos ha sido barrida con el argumento de que no es propicio recurrir a ella dado que produciría la psicologización de fenómenos cuya naturaleza sería diversa. Sin embargo, el estudio de ciertos fenómenos socio-jurídico-políticos del siglo XX pareció requerir la inclusión de la dimensión psíquica para poder explicar lo que mediante el análisis jurídico, sociológico y/o político sin más parecía insuficiente. Episodios como las dos guerras mundiales, los crímenes de lesa humanidad cometidos por el nazismo y el estalinismo, genocidios en todos los continentes y las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki generaron preguntas sobre el tipo de psiquismo que permitiría semejantes fenómenos al interior de una humanidad que se autoconcebía progresando en el camino de la racionalidad política.