El capacitismo puede ser concebido como la producción social de un tipo específico de cuerpo y de sí mismo y su establecimiento como el modelo natural y plenamente humano. Este estándar bio-psíquico ha relegado a las personas que no encarnan dicho tipo de cuerpo y mente al ámbito de lo patológico y lo anormal. Una de las creencias que se derivan del pensamiento capacitista es que las discapacidades son inherentemente negativas y deberían ser disminuidas, curadas o incluso eliminadas. Desde el ámbito de la bioética y la salud pública, se ha vinculado esta creencia con concepciones acerca de la calidad de vida de las personas, lo que ha desembocado en la llamada “perspectiva estándar de la discapacidad” (PED). En breves palabras, ésta consiste en la creencia de que una discapacidad empeora, de forma considerable e invariable, la calidad de vida de la persona que la tiene. En este trabajo me propongo explorar la noción de PED, sus implicancias epistémicas y éticas, y sus consecuencias para la atención en salud y la agenda pública, con especial énfasis en el contexto latinoamericano. Para ello comenzaré por describir qué se entiende por capacitismo y por perspectiva estándar de la discapacidad. Luego exploraré algunos problemas epistémicos que presenta, con el foco en los sesgos sistemáticos y el reduccionismo biológico, y sus dilemas éticos, en particular, la discriminación y la inequidad en salud. Finalmente identificaré algunas consecuencias prácticas de sostener la PED en la atención en salud, la agenda y el diseño de políticas públicas, con un enfoque regional.