Cuando la inclusión educativa se convierte en preocupación central, buena parte de las investigaciones en nuestro entorno toman como objeto de indagación las condiciones institucionales para lograr la permanencia escolar (Dabenigno y otros, 2010; Jacinto y Terigi, 2007; Rosli y Carlino, en prensa; entre otros). En cambio, son pocos los estudios que describen prácticas de enseñanza tendientes a fomentar el vínculo de los estudiantes con el saber disciplinar. A partir de la idea de que la inclusión de situaciones de lectura y escritura en las clases puede favorecer la apropiación de contenidos disciplinares (por ej. Carlino, 2005a), presentamos un análisis acerca de las configuraciones del medio didáctico en tres materias de Ciencias Sociales y los usos del leer y escribir que promovieron. Para ello, se utilizan conceptos centrales de la Teoría de las Situaciones Didácticas (Brousseau, 2007). Los datos surgen del trabajo de campo realizado en una escuela secundaria argentina durante siete meses, en la que observamos clases, recogimos documentos y entrevistamos en profundidad a los actores involucrados. En las asignaturas indagadas, la actividad propuesta en forma recurrente es la de leer para responder cuestionarios. Cuando esta puede resolverse localizando información puntual del texto, como ocurre en dos materias (Asignaturas B y C), los estudiantes identifican y reproducen fragmentos. En cambio, en la tercera materia (Asignatura A) se pide responder preguntas que requieren comprender el sentido global del texto. Esta actividad resulta demasiado desafiante para los alumnos y al no contar con el acompañamiento docente necesario en ese proceso, recurren nuevamente a la copia textual. En ambas situaciones, el uso epistémico de la lectura y la escritura pareciera quedar obstaculizado. Análisis focalizados en las interacciones entre el docente, los alumnos y el saber disciplinar permiten visibilizar los alcances y limitaciones de las propuestas relacionadas con leer y escribir en las materias.