Este trabajo es una reflexión sobre los ?apuntes? de los que los alumnos universitarios acceden al conocimiento. Desde los libros hasta las clásicas fotocopias han surgido nuevas modalidades como las copias digitales, los libros o documentos con licencias copyleft y la posibilidad de compartir archivos. Estas situaciones al permitir una mayor circulación de los saberes y un mayor acceso a los mismos redefinen o cuestionan dos importantes ejes. En primer lugar se redefine el lugar del conocimiento. ¿Quién detenta el saber? ¿Quiénes son las voces autorizadas? En segundo lugar estas tecnoprácticas cuestionan la categoría de autor y la propiedad intelectual. Frente a la libre circulación el autor queda desdibujado frente al texto y sus usos. Estas prácticas parecen haber solucionado las cuestiones de acceso y costo. Pero debemos preguntarnos si este es un cambio de la circulación de saberes o solamente un cambio de formato. Si al adquirir un libro de manera on-line nos cobran la compra a través de la Web ¿en qué se diferencia esta forma de acceder al conocimiento de la tradicional compra en una librería?Este trabajo pretende desnaturalizar situaciones cotidianas como el hecho de comprar un libro o sacar fotocopias en la facultad.