Este trabajo se propone analizar el Plan Conectar Igualdad (PCI) y su relación con la inserción laboral de futuros graduados. Nuestro objetivo es aportar elementos que permitan profundizar el conocimiento y la reflexión sobre las potencialidades que puede aparejar la incorporación educativa de TIC (Tecnologías de la Información y el Conocimiento) en relación a la mejora educativa y la inclusión social y laboral futura. El análisis del discurso será el método utilizado para abordar los objetivos del Plan y su relación con la capacitación para el trabajo, realizando también algunas comparaciones con otros programas de inclusión digital en educación de otros paises de América Latina. Para el análisis partiremos de dos premisas que el PCI expone sobre la educación y la tecnología. La primera premisa es la caracterización de la educación escolar como equiparador social privilegiado que permite subsanar diferencias (y deficiencias) estructurales de la sociedad, posibilitando la movilidad social ascendente en los sujetos que son educados. La segunda premisa se basa en que dentro de la sociedad del conocimiento actual la relación que los sujetos tienen con las TIC definen la posición de los mismos en lo social, y sería determinante laboral de los ciudadanos. Si bien la educación ha sido ampliamente considerada una herramienta para la superación de barreras socioeconómicas estructurales en Latinoamérica dicha relación no ha sido tan empíricamente comprobada. Asimismo la incorporación de TIC en las aulas ha sido celebrada por la UNESCO y otros organismos, que no observan significativas mejoras educativas luego de su implementación. El debate entre acceso y uso de TIC se vuelve sumamente relevante, evidenciando que la presencia de la tecnología por sí misma no va a modificar las estrategias de enseñanza o su calidad. Es necesaria una reflexión sobre las relaciones entre inclusión educativa de TIC y la futura inclusión laboral de los alumnos. Las competencias tecnológicas requeridas por el mundo laboral se presentan como centrales en muchas políticas públicas, pero muchas veces no son planificadas por los docentes explícitamente, quedando por fuera del programa o dando por sentado el fomento de habilidades informáticas y competencias laborales en tecnología necesarias para los alumnos.