¿No posee una cuenta?
Qué lástima que pase el tiempo
De Mauro Rucovsky, Martín.
Reseña.
Dirección estable:
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Resumen
Qué lástima que pase el tiempoEl secreto de los toros, de Santiago Guindon, Córdoba, Otra vuelta, 2019.UNO. ¿Que hacen los pibes a la siesta? Miran Tele, juegan a los videojuegos, están en la compu, en el celular, en facebook o instagram, chamullan con alguien o también se aburren hasta el hartazgo. En los cuentos de Santiago Guindon en cambio, se trata de la siesta cordobesa, de humedad, calor, sudor y mucha más humedad. La máquina narrativa de Guindon es un artefacto literario inquietante: cuando el tedio y el aburrimiento de la siesta sofocan los cuerpos, Santiago le antepone la cadencia de la narración. Es decir, ante el desgano y la monotonía aparente, el secreto de los toros se revela como pura cadencia y agilidad, de lo que se trata, nos recuerda la narrativa de Guindon es de seguir contando historias. Ahora bien, volvamos a la pregunta que permanece ¿por qué la siesta? ¿que es la siesta? ¿que hace la siesta a los pibes? La siesta es un lapsus temporal, ese gran interludio de calma donde todo sucede o apenas nada pasa. Pero en El secreto de los toros la siesta es un escenario espacio-temporal que pone a funcionar la máquina narrativa de Santiago Guindon. Estamos acostumbrados, o es un lugar recurrente, en mucha ficción argentina reciente a las atmósferas de tedio, aburrimiento y desgano (la siesta es el tiempo muerto por excelencia). Ya sea la siesta santiagueña, o lo que me cuentan de esta, ese aire que corta la respiración y se vuelve sofocante, en ese medio en que no se sabe que hacer o no se puede hacer nada, se trata de atmósferas soporíferas e irrespirables como en muchos pasajes de El viento que arrasa de Selva Almada, Bajo este sol tremendo de Carlos Busqued, Campo del cielo de Mariano Quirós, La ciénaga y La mujer sin cabeza de Lucrecia Martel o en Los muertos de Lisandro Alonso.
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