Desde el Programa de Estudios de la Cultura y la materia Prácticas Culturales de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, se organizan desde el año 2015 las Jornadas de Arte, Cultura y Política.El Programa de Estudios de la Cultura, fundado en el año 2012 por el Dr. Ernesto Laclau, es un espacio de reflexión y acción, que articula actividades de docencia, investigación y vinculación territorial. La materia Prácticas Culturales, es una de las que conforman el Ciclo Inicial de las carreras de la UNAJ. Ambos se encuentran inscriptos en el Instituto de Estudios Iniciales de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.El evento académico (que este año llegó a su tercera edición) está organizado en mesas temáticas, exposiciones artísticas y talleres diversos, los cuales tienen como objetivo, por un lado, el acercamiento de las diversas prácticas artísticas a lxs estudiantes de nuestra universidad, y por otro lado la posibilidad de encuentro y debate entre los investigadores, los activistas artísticos y la comunidad educativa.El propósito de estas jornadas es proponer el diálogo e intercambio de experiencias entre investigadores académicos y artistas populares, aportando desde los distintos campos disciplinares y lenguajes artísticos las diferentes formas de entender lo ?artístico?, lo ?cultural? y lo ?político?, desde las diversas cosmovisiones, como un modo de problematización acerca del centralismo cultural que enmudece el fenómeno local mediante procesos de concentración simbólica de poder.De ese modo, las prácticas culturales devienen falsas determinaciones simbólicas que invisibilizan lo bueno, bello y verdadero. Esa visión de mundo establece y legitima, entre otras cosas, qué es una creación artística, cuáles son los bienes simbólicos que deben circular, y hasta cómo se deben contemplar, para luego establecer redes de dependencia vinculadas al mercado y las industrias culturales. Aun así, el ámbito de lo estético se sustrae permanentemente, como práctica liberadora, a las determinaciones hegemónicas e irrumpe el escenario público representando una y otra vez lo agónico con la pretensión de hacer visible el conflicto