En este artículo se aborda en forma parcial el proceso de segmentación social del que fueron objeto ciertos sujetos infantiles y juveniles durante la etapa señalada, retomando la hipótesis general planteada por otros investigadores de que entre 1880 y 1930 se habría generalizado entre las élites políticas e intelectuales una representación dicotómica del universo infancia, que distinguía a los “niños” (contenidos en los marcos de la familia, la escuela y, algunas veces, del trabajo) de los “menores” (niños y jóvenes “pobres”, “abandonados”, “delincuentes”, “huérfanos” y/o “viciosos). Con el objetivo de dotar de mayor especificidad a afirmaciones de carácter general, pues aún no se han estudiado las modalidades que adoptó el proceso de diferenciación entre “niños” y “menores” ni se han establecido con precisión sus coordenadas cronológicas, en el trabajo tratamos de establecer desde cuándo existieron propuestas para que el Estado interviniera directamente en el control de los “menores”, quiénes las formularon, qué modalidades de intervención diseñaron y cómo imaginaron a los “menores” y a las instituciones a las cuales pretendían destinarlos. A tal fin, se analiza un corpus documental constituido por los proyectos de ley presentados ante el Congreso de la Nación entre 1875 y 1890 en los que se diseñaron innovadoras modalidades de intervención estatal sobre los “menores” y se describieron las instituciones a las que sus autores pretendían enviarlos. Este análisis permite descubrir que el problema de los “menores” apareció en el horizonte cultural de las élites mucho antes de lo que registran los trabajos sobre el tema, que tienden a ignorar los discursos previos a 1890. Ya desde mediados de la década de 1870 la presencia creciente de niños y jóvenes en los espacios urbanos, ajenos a los ámbitos y a los roles que las élites comenzaban a suponer los adecuados para ellos a causa de su edad, constituyó un motivo de preocupación.