En este trabajo me propongo describir y analizar la forma en que se legitima en una localidad un paradigma dominante de tecnología: ¿quiénes dicen qué tipo de tecnología es la adecuada para aplicar a las actividades productivas?, ¿a través de qué mecanismos se instituye ese tipo de tecnología como dominante?, ¿qué repercusiones acarrea la institucionalización de ese paradigma dominante para los demás miembros de la localidad? El material presentado en este trabajo forma parte de una investigación de corte etnográfico que se está llevando a cabo en una Comuna de 6.000 habitantes al sur de la provincia de Santa Fe que está sufriendo profundas modificaciones sociales, políticas y territoriales a partir de la instalación de tres empresas transnacionales. Estas modificaciones ligadas a la economía transnacional le exigen a la localidad una redefinición acerca de lo que debe contar como tecnología en las actividades productivas y lo hay que saber para usar la tecnología que está presente en las empresas recientemente radicadas. En este contexto, el enfoque de investigación está puesto en analizar los procesos de enseñanza y aprendizaje de tecnología con el fin de hacer aportes a la relación entre educación y mercado del trabajo. Para lograr el objetivo propuesto en este escrito se analizan los distintos sentidos que se construyen alrededor del concepto de tecnología en diversos ámbitos de esa localidad: las familias, el Gobierno local, la escuela y las empresas. Para este análisis se seguirán los aportes de la corriente teórica de los Estudios sociales de la tecnología (Pinch, Bijker, Hughes, 1989), específicamente, las conceptualizaciones que demuestran que los sistemas tecnológicos son una construcción social ya que en su desarrollo entran en juego las interpretaciones de los actores sociales involucrados con la tecnología. La conclusión de este escrito postula que a través de distintos mecanismos impulsados por el Gobierno Comunal se construye un paradigma dominante de tecnología orientado a la industrialización y la modernidad tecnológica como una forma de actualización necesaria para acompañar el desarrollo de un modelo basado en la economía transnacional. La instalación de este paradigma genera la marginación de saberes y formas locales de interactuar con la tecnología al mismo tiempo que no logra conseguir una de sus finalidades materiales: la inserción de mano de obra local en las empresas instaladas.