La pregunta que con frecuencia nos realizamos los estudiantes en formación docente, se basa en las cualidades o competencias que deberíamos adquirir al concluir esta etapa formativa en la universidad, para poder desempeñar un buen rol en la era educativa del siglo XXI; ya que actualmente, la formación docente se ha convertido en un eje transversal de vital importancia dentro del cambio educativo, debido a la gran demanda y exigencia educativa de la sociedad. De este modo, esta constante inquietud refleja la preocupación y compromiso que debemos asumir los futuros docentes frente a las nuevas prácticas educativas, que aunque se hacen llamar constructivistas, siguen siendo tradicionalistas o una mezcla de ambas. En tal sentido, en el presente trabajo académico deseamos socializar nuestra experiencia estudiantil y aporte teórico, que ha formado parte de nuestro proceso formativo en la Universidad Nacional de Educación (UNAE - Ecuador); el cual nos ha invitado a reflexionar mucho sobre la importancia del trabajo y la formación docente. En consecuencia, el aspecto que más queremos resaltar radica en la importancia de la formación docente para dar respuesta a la constante inquietud que tenemos hoy en día los estudiantes que nos encontramos cursando pedagogía: ¿Cómo debe ser un docente del siglo XXI? y ¿Cuál es el rol del mismo en la actualidad?, considerando que el fortalecimiento del profesorado no debe limitarse solo a su formación profesional, sino también a la actitud que estos toman frente a las necesidades educativas de sus educandos.