Cantar, bailar y dejar que el cuerpo se arrobe entre los sonidos de la música podía ser perjudicial para la salud, si es que no se seguían los consejos que proponían los manuales de medicina doméstica dieciochescos y que florecieron en las bibliotecas hispánicas. Al analizar los libros fundacionales de la Biblioteca Pública de Buenos Aires se rastreó cómo la civilidad, en tanto crítica de costumbres, se encarnó en distintas variaciones sobre la práctica musical en los libros de medicina doméstica. Al repasar la historiografía sobre música en Buenos Aires en tiempos del virreinato del Río de la Plata (1776-1810) y en los primeros años revolucionarios se destaca la ausencia de una producción discursiva sobre música. Por lo que se ahondó en el análisis del catálogo fundacional de la Biblioteca Pública para rastrear cuáles eran los saberes disponibles sobre la cultura musical entre la bibliografía que la élite letrada donó a la institución. En este primer acercamiento se recortará el objeto en cuatro manuales medicinales para entender cómo la música estaba en relación con la salud y en particular con el entorno donde se practicaba. La divulgación médica, en tanto género literario, tuvo un relativo auge desde mediados del siglo XVIII cuando los textos medicinales se comenzaron a escribir en lenguas romances, en vez de latín, y apelaban a la lectura más allá de los claustros universitarios.