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Una perspectiva política kantiana sobre el capítulo 11 de Constructions of Reason
Marey, Macarena (autora).
En Satne y Sánchez, Construyendo la autonomía, la autoridad y la justicia. Leer a Kant con Onora O?Neill. Valencia (España): Tirant lo Blanch.
  ARK: https://n2t.net/ark:/13683/prUU/a09
Resumen
En este capítulo, presento una lectura política de la crítica kantiana que O´Neill desarrolla contra el supuesto constructivismo "kantiano" de Rawls. Mi objetivo es fortalecer la tesis correcta de O´Neill acerca de que Rawls se aparta de la senda kantiana en puntos esenciales, de modo tal que su empresa termina convirtiéndose en fundamentalmente no-kantiana, especialmente desde el punto de vista de la filosofía política de Kant. La estructura del capítulo es la siguiente. En la primera sección, reconstruyo la crítica de O´Neill a Rawls y su propia versión de un constructivismo alternativo tal como son presentadas en el capítulo "Constructivism in Ethics" de Constructions of Reason. Específicamente, analizo la distinción entre idealización y abstracción respecto del concepto de persona presupuesto como punto de partida en la elaboración de principios políticos. Luego, presento la correspondiente noción kantiana de persona como basada en el concepto de libertad externa y en la presuposición de una concepción moral, pero no ética, de la libertad interna del arbitrio. Propongo que la libertad externa se deriva de una noción de libertad que está diseñada en Religion innerhalb der Grenzen der bloβen Vernunft y Metaphysik der Sitten de un modo moral amplio, pero éticamente neutro, y que no se deduce de una concepción ética de la autonomía tal como es tratada en Grundlegung zur Metaphysik der Sitten o la segunda Kritik. En la segunda sección, sostengo la hipótesis interpretativa de que el núcleo de la línea kantiana de argumentación para sostener su ideal republicano no está basado en la motivación subjetiva de agentes idealizados o abstractos ni en su deliberación racional sobre la conveniencia o adecuación de ciertos principios de justicia. El argumento político de Kant se basa, por el contrario, en un punto que O´Neill también resalta: la interacción y sus consecuencias prácticas. En este sentido, propongo que el punto de partida kantiano para elaborar un conjunto de principios políticos (y no estrictamente "principios de justicia", sino también principios de autoridad y legitimidad políticas) constituye una perspectiva jurídica objetiva que se concentra en la interacción moral-jurídica con el objetivo de demostrar el estatuto a priori de la voluntad unida. Para ello, adopto la tesis de O´Neill de que los principios de justicia deben servir para determinar obligaciones, antes que simplemente derechos (entitlements). En la tercera y última sección, intento reconstruir una respuesta kantiana a la pretensión de Rawls de ser un teórico político kantiano. Mi tesis es que lo que Rawls intentó hacer en A Theory of Justice es lo que Kant no hizo, y que de hecho Kant explícitamente rechazó esa aproximación a la filosofía política. Kant desarrolló su teoría del contrato social para mostrar, antes que nada, la necesidad práctica de un tipo específico de autoridad política. En este marco, la teoría kantiana del contrato social no considera que las personas aisladas sean quienes escogen principios de justicia. Antes bien, Kant demuestra primero que el agente a cargo de establecerlos no es la agregación de personas abstractas, si no la unidad del cuerpo político, esto es, de un agente cuyas decisiones son coactivas. Esto depende, a su vez, del esfuerzo kantiano de mostrar que lo que Rawls llamó "principios de justicia" no son principios meramente morales, sino principios jurídicos-morales que deben ser acompañados de coacción. Debe prestarse atención al hecho de que Kant, como teórico moderno del contrato social, pensaba que era necesario demostrar ante todo por qué un cierto tipo de interacción humana, que Kant especifica con su delimitación de la jurisdicción del concepto del derecho, sólo puede ser justa bajo un régimen político determinado. Así, los argumentos que Kant despliega para explicar la formación de la voluntad unida tienen precedencia sobre la estipulación de los principios de justicia y los determinan. La ventaja del acercamiento kantiano para establecer "principios de justicia" consiste en que la misma forma del sujeto político soberano produce un tipo especial de principios políticos que deben regir el diseño de instituciones, organizar la vida comunal y guiar los juicios políticos de los ciudadanos, gobernantes y legisladores en el uso público de la razón. En definitiva, Kant intentó elaborar una voluntad reunida incapaz de cometer injusticia. Esto nos permite decir que en la teoría ideal de una voluntad unida a priori, los principios políticos elaborados en el momento constituyente garantizan un espacio de indeterminación con el objetivo de dejar que los sujetos políticos reales decidan de acuerdo con sus particularidades y juicios y voluntad políticos concretos. La teoría kantiana del contrato social es, así, una alternativa al relativismo y al realismo moral y la razón principal de esto es que es intrínsecamente político.
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