El envejecimiento de la población mundial, el aumento de la esperanza de vida, y otros factores, han favorecido el aumento de las enfermedades crónicas e incapacitantes. Esta realidad mundial representa una emergencia, que requiere de un nuevo enfoque del sistema sanitario y social, que debe centrarse en las necesidades de las personas y sus familiares. Las enfermedades crónicas son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. El aumento de las enfermedades crónicas aumenta el cuidado a largo plazo, y esto aumenta la demanda familiar. La enfermedad afecta a todo el sistema familiar, compromete y modifica la dinámica, y el funcionamiento normal de todo el grupo. Una familia disfuncional no tendrá el mismo pronóstico de sobrellevar y enfrentar los eventos estresantes, en comparación a una familia funcional. Las familias disfuncionales tienen una incidencia más alta de tener enfermos crónicos con pobre control de su enfermedad. La orientación familiar es un proceso destinado a toda la familia que busca fortalecer los vínculos, solucionar los patrones que están perturbando su funcionalidad, a través de la comprensión propia y del grupo.