El objetivo general del presente trabajo apunta a conocer las experiencias de las mujeres adultas frente a los cambios en la vida conyugal y los itinerarios que han seguido sus trayectorias nupciales. Con tal fin, se analizaron datos primarios obtenidos en entrevistas en profundidad realizadas entre fines de 2004 y mediados de 2005 a mujeres casadas, separadas, viudas y divorciadas de 50 a 64 años de los estratos socioeconómicos bajos y medios de la Ciudad de Buenos Aires (30 casos). La recopilación de la información se llevó a cabo en el marco de una investigación más amplia de carácter exploratorio y descriptivo y diseño cualitativo, cuyo tema de estudio giraba en torno a la salud de las mujeres maduras. Los principales resultados muestran que, pese a los mandatos y las restricciones y prohibiciones de la época en que fueron socializadas, varias mujeres lograron poner fin a matrimonios insatisfactorios. La disolución de la unión, como consecuencia de la ruptura o de la viudez, si bien implicó mayores responsabilidades para las mujeres, también significó el debilitamiento de ciertos deberes y obligaciones, el acceso a una mayor autonomía y a un nuevo modo de experimentar la propia individualidad. Las ventajas adquiridas llevan a algunas mujeres a no considerar la posibilidad de establecer una nueva unión. Las que sí volverían a tener pareja, dicen que lo harían sólo si se cumplen ciertas condiciones como, por ejemplo, habitar en casas separadas, disponer de independencia económica, así como de tiempos y espacios propios.