La Argentina ha sido históricamente un polo de inmigración, y desde fines del siglo XIX, cuando el país se constituía en un importante receptor de los inmigrantes de ultramar, la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en centro de oportunidades, captando la atención de los europeos que arribaban. La ciudad se fue construyendo con fuerte identidad migratoria, y en este contexto la presencia de los inmigrantes y su integración a la estructura social atravesó tanto los proyectos políticos como el análisis social. Este tema adquiere gran relevancia en el actual contexto económico-social y los nuevos patrones migratorios. Durante las últimas décadas del sigo XX el flujo inmigratorio en la Argentina ya no está compuesto mayoritariamente por población de origen europeo, sino por inmigrantes de países limítrofes, y más recientemente del Perú. Estos movimientos se dan en el marco del proceso de integración regional iniciado en la década de 1990 -MERCOSUR-, el cual fue avanzando desde lo comercial hacia temáticas poblacionales, particularmente la cuestión migratoria, que se manifestó en la intención de promover la libre circulación e inserción social de los migrantes. En Argentina, la nueva Ley de Migraciones del año 2003, brinda trato diferenciado a los migrantes mercosureños, buscando a facilitar su admisión y permanencia, así como el acceso a servicios sociales básicos. El presente trabajo tiene como objetivo cuantificar el volumen, composición e impacto de los inmigrantes mercosureños en la Ciudad de Buenos Aires desde mediados del siglo XIX a la actualidad, así como la política migratoria desarrollada por el Estado Argentino y, en la última década, en el ámbito del MERCOSUR. Se analiza luego la situación actual de estos inmigrantes en la ciudad, con datos del Censo 2001 y la Encuesta Complementaria de Migraciones Internacionales (ECMI), incorporada a este último.