La introducción del Santo Oficio de la Inquisición en América se produjo en 1569, y determinó la creación de los tribunales Lima y México, lo que significó que gran parte de lo que hoy es América del Sur quedara bajo la dependencia del primero. Córdoba no quedó sustraída de dicho control, una vez que el tribunal limeño fijara hacia 1614 un “Comisariato” destinado a perseguir la comisión de delitos “contra la fe”. La persecución de estos “delitos” en el espacio americano significó la puesta en vigencia de nuevas formas de control sobre la población: la existencia de nuevas prohibiciones, la regulación del funcionamiento de los tribunales, de los procedimientos con los que enjuiciarían a los “herejes”, las reglas que establecían los castigos y sus distintas formas de aplicación, y, la existencia de redes clientelares. En esta ponencia nos proponemos como objetivos dar cuenta de la regulación que hicieron los inquisidores ( en los manuales) sobre las consecuencias que recaían sobre los familiares de quienes habían sido procesados o condenados por la Inquisición( presunciones de practicar la “herejía”, infamia, imposibilidades de acceder a cargos o carreras, pobreza) ; como asimismo, la repercusión en la práctica de los tribunales, haciendo hincapié en el de Lima y el comisariato de Córdoba. Asimismo, nos proponemos realizar una comparación con lo estipulado por la justicia ordinaria, en la persecución de delitos similares, utilizando los cuerpos jurídicos vigentes ( Partidas, Recopilaciones, etc). Para ello utilizaremos la metodología de la preceptiva histórica ( en combinación con la jurídica), análisis y selección de fuentes: la documentación albergada en la Sección Inquisición- Archivo del Arzobispado de Córdoba y fuentes legales ( Biblioteca de la Facultad de Derecho y Cs Sociales- UNC)