Hoy la complejidad del mundo y con ella la de los problemas que afectan a la sociedad , sólo es explicable bajo un nuevo paradigma que permite interpretar la realidad en términos de relaciones. Es en este sentido que entiendo al ser humano como un ser racional, dialógico, dependiente e inacabado, en un doble sentido: el personal (intelectual, volitivo-afectivo, social o cultural), y el ambiental (la naturaleza propia del medio y la cultura ambiental generada). La evolución en los últimos años de las ideas de protección ambiental y social implica un reflejo de las variaciones conceptuales y de valores, respecto del ambiente y los valores sociales. El entorno o sociedad actual se caracteriza por ser una sociedad fragmentada y afectada por desigualdades en distintos aspectos: en la distribución de los ingresos, en los cambios operados en el mercado del trabajo, la necesidad de capacitación permanente, que de no poseerla genera exclusión y desocupación, provocando y profundizando la pobreza en este contexto de pandemia, todos estos factores produce una vulnerabilidad social. Como consecuencia de esta pluralidad compleja de factores que afecta a la sociedad y de su profundización en el transcurso del tiempo, caracterizado además por una fragmentación en la integración de los sujetos que conformamos este mundo actual es que se hace referencia a una nueva cuestión social. Desde el punto de vista socioeconómico, se sostiene que los cambios operados, han cambiado las expectativas de las empresas en la sociedad. Las organizaciones o empresas no son sólo entidades independientes sino que las actuaciones de las mismas tienen incidencia en la sociedad toda, Quienes están de acuerdo con este enfoque, consideran que los administradores deben preocuparse por obtener las utilidades financieras a largo plazo, pero para ello deben aceptar y asumir obligaciones sociales y los costos que implica este accionar.