La reciente pandemia de COVID 19 ha causado fuertes estragos en el ámbito educativo, sumándose a los rezagos ya existentes, profundizando lo que podría denominarse una “crisis de la educación”. Sin duda, la pandemia demanda repensar la pregunta sobre el sentido y los fines de la educación. La precaria situación de la educación en nuestro país se refleja en variados problemas, como deficiente calidad educativa, malos resultados en pruebas internacionales estandarizadas, falta de infraestructura, bajos salarios, violencia en las escuelas, entre otros. Lo anterior denota la ausencia de un proyecto común y realista que guíe los propósitos educativos. Esta tarea se vincula con las las políticas educativas y el currículum que sustentan al sistema nacional de formación de maestros, pues es ahí en donde se define cómo se formará a los futuros docentes de educación básica; primer tramo del sistema educativo mexicano y pilar de los posteriores niveles.