Este trabajo visita momentos de la propuesta de Psicodrama desarrollada en el marco de la Semana Cortázar de la UPMPM, entre los años 2004 y 2014. Nos proponemos reseñar aspectos de esa práctica y volver a poner en circulación parte de una experiencia singular que el movimiento popular aun se debe releer críticamente, y darla a jugar en las nuevas relaciones que teje de manera incesante el activismo emancipador, en las pedagogías y en las calles. Música, teatro, poesía, pensamientos e imágenes generados en ese contexto, y el psicodrama haciendo relato con el cuerpo y sus decires. En el espacio dialógico del grupo reunido, dispuesto a dramatizar, se intentó llevar al límite de lo posible, entre todos y cada uno, las escenas que evocara la lectura del cuento elegido para cada encuentro. El psicodrama intenta poner en escena, en el aquí y ahora grupal, su texto, entendiendo por texto el habla, la lengua y sus discursos, los afectos, las innumerables expresiones corporales. Lo que se dice y lo que se hace. El acto/escena/potencia, comprendido como un texto que se entiende y se extiende dentro del grupo como un tiempo personal, grupal, social. Recorremos aquí la interrelación de estas categorías propias del psicodrama con la experiencia referida, y nos preguntamos si acaso esa escena creativa puesta a andar por las Madres -y antes por sus miles de hijos e hijas-, recreada por tantos y tantas en distintas expresiones y proyectos, no está todavía hablando, jugando, corporizando en nuestros sueños de hoy.