El análisis de la crítica cultural en la revista Literal (1973-1977) que acomete el siguiente trabajo tiene el propósito de reponer la singular operación crítica que caracteriza a la publicación. Si se considera que la crítica construye saberes sobre la sociedad y la cultura, la revista constituye un locus privilegiado para interrogar los setenta, pero también los impensados del orden social que precede al golpe de 1976. Hay un lema de Literal que se transfigura en el presente: “También es posible pensar un movimiento cuyos términos oscilarían entre intrigar, conspirar / no dar el golpe” (L. 1, 1973). Se trata del movimiento de la crítica que –en el seno de un grupo de afinidad– construye un objeto intrigante con un lenguaje que difiere de la estética dominante del realismo y propone formas de escritura donde cierto ethos cifra la verdad enigmática del deseo. La revista Literal se caracteriza por su existencia efímera pero intensa –aunque en términos de procesos culturales ambos rasgos amplían sus resonancias–, sólo se publicaron tres números en cuatro años: Literal 1 en 1973, luego los números dobles Literal 2/3 en 1974 y Literal 4/5 en 1977. En términos generales se la caracteriza como una revista de vanguardia que realiza una renovación en el campo de la crítica y de la literatura, a la que se denomina “ficción teórica” por los trasvases entre teoría, crítica y ficción (Peller, 2016). Se destaca también por publicar textos sin firma –como la revista francesa de psicoanálisis Scilicet–, por incorporar elementos de la teoría para tornar inteligibles ciertas escrituras; en particular, libros de ficción que incluyen los publicados por la tríada fundadora: Germán García, Osvaldo Lamborghini y Luis Guzmán. En el análisis de la revista el estudio de la crítica supone tener en cuenta varias dimensiones: su colocación respecto de las genealogías de la crítica (Cella; Jitrik, 1999), la forma de intervención cultural que propone, los temas y problemas que emergen de los textos programáticos. En suma, nos preguntamos: ¿Cómo interviene Literal en los debates de la época? ¿Cuál es la operación de ruptura que se lee tanto en su reinvención de la crítica como en la crítica política de la cultura de los setenta?