En la actualidad, las condiciones de circulación que caracterizan a la sociedad contemporánea tienen como constituyentes fundamentales fenómenos de sentido hipermediáticos a través de mensajes que se transmiten desde las redes sociales hacia los medios masivos y también en una dirección contraria (y, eminentemente, en un movimiento constante de ida y vuelta). La interrelación entre massmedia y redes se ha vuelto insoslayable. Bien vale contemplar la idea de que los contenidos de las redes sociales (Twitter, Instagram, YouTube, Facebook, Snapchat, Tik Tok, etcétera), día tras día, se han vuelto una “cantera” principal de la que se sirven los grandes medios de comunicación masiva para la construcción de las noticias (esto es: para el establecimiento de la agenda mediática de la que se hablará en la sociedad a lo largo de una jornada o de una semana o de otro lapso). Así, para referirnos a los clásicos criterios de noticiabilidad en el discurso de los medios periodísticos, ahora es indispensable contemplar, más o menos en la que va de la última década, otra modalidad que ha pasado a ser jerárquica en la cotidianeidad, más allá de los criterios tradicionales como la actualidad, la inmediatez, la magnitud, la proximidad, la espectacularidad, la curiosidad, el conflicto y el interés. De este modo, aquella información que surge de ciertos posteos en las redes sociales se convierten en el material privilegiado para la construcción de la noticia en cualquiera de los soportes tradicionales. En esta ponencia se mostrarán cuatro casos precisos en los que se produce esta suerte de vaivén discursivo entre las redes y los tradicionales massmedia.